Es momento de hablar sobre el régimen económico del matrimonio

Comprometerse es un momento de felicidad e ilusión para cualquier pareja. Durante este período de tu vida habrá muchas decisiones importantes que tomar, por ejemplo: el régimen económico del matrimonio.

Esta es probablemente una de las más decisones más importantes, pero es también la más difícil de discutir.

No hay que tomarlo a la ligera. Pues no se trata de los gastos de la boda o el destino para la luna de miel. Hablamos del régimen económico en el cual van a inscribir su matrimonio.

¿Por qué es tan importante el régimen económico del matrimonio?

Nadie quiere hablar de divorcio cuando está a punto de comenzar una vida en pareja, sin embargo, lo correcto es siempre prepararse para cualquier eventualidad.

Según el profesor de Derecho Civil Augusto César Belluscio, la celebración del matrimonio determina que existan diversas situaciones particulares de tipo patrimonial.

Como propiedades o negocios que pueda tener alguno de los dos o en sociedad con miembros de su familia, que requieren una regulación legal.

El no prever esto, puede provocar problemas serios para la pareja en caso de un divorcio y llegar incluso a provocar problemas en negocios familiares.

Probablemente el caso más famoso de un divorcio complicado debido a la falta de una acuerdo prenupcial fue el del músico Paul McCartney.

McCartney tuvo que pagar a su exesposa la mitad de toda su fortuna, que ascendía a 50 millones de dólares.

¿Cuál régimen es el más adecuado?

Lo mejor que pueden hacer ambos es buscar consejo con abogados de confianza para que les asesoren sobre la regulación de su país.

La mayoría de países tienen al menos tres regímenes principales:

1. Gananciales: ambos cónyuges crean un patrimonio en común desde el momento en que se casan.
2. Participación: cada cónyuge adquiere derecho a participar de las ganancias del otro durante durante determinado tiempo.
3. Separación de bienes: ambos cónyuges deciden administrar de forma separada el patrimonio de cada quien.

¿Ya pusistete el tema sobre la mesa con tu futuro esposo? No esperen más, y elijan el régimen económico del matrimonio