Tinder y las relaciones en el Siglo XXI

Tinder es una red geosocial, por medio de la cual los usuarios pueden establecer comunicación con otras personas de acuerdo a su localización y preferencias personales.

Su objetivo principal consistirá en acordar una cita y conocer de frente a la persona con que se interactúa.

Para muchas personas, Tinder resulta una aplicación con la que resulta fácil conocer personas de forma casi instantánea. Ya sea para tener una relación pasajera o de “aventura”.

Pretenden tener una única cita en la que se ambos están de acuerdo para encontrarse. Con el propósito de tener relaciones sexuales como una práctica casual.

La psicología detrás de Tinder

De acuerdo con el psicólogo Alfonso Chávez de la Universidad de las Américas en México, Tinder responde a diferentes estímulos psicológicos con relación a lo que se obtiene al utilizar la aplicación y la forma en que esta funciona.

En muchos casos, coquetear de forma virtual permite que las personalidades sean más desinhibidas que cuando el primer contacto es físico.

Además, estar pendiente de recibir y contestar los mensajes resulta estimulante para el cerebro. Conocer las distancias y diferencias horarias, aumenta la atención y la curiosidad.

Relaciones duraderas, sexo o una amistad

Tinder es una aplicación que funciona para todos. Muchos de los usuarios son viajeros que visitan temporalmente otra ciudad y se interesan en conocer personas de otras culturas.

También hay quienes lo utilizan como una herramienta para conseguir una cita casual de sexo.

Muchos usuarios son viajeros

Y hay un grupo, que según un artículo publicado en The New York Times, es el mayoritario: cada día hay más personas que se conectan a la red social para buscar una relación formal. No siempre su propósito es encontrar una relación a largo plazo. Sin embargo es muy probable que esta conexión se vuelva en una formal y estable.

Según un estudio publicado por la Asociación Sociológica Estadounidense, las parejas que se conocen de forma virtual están menos propensas a separarse, que quienes se conocen en persona.

Además, la manera en que avanza la relación, es mucho más rápida. Por lo que es más probable que de ellas surja un matrimonio.

No hay de qué avergonzarse

Un artículo publicado en el diario español El País, hace referencia a lo vergonzoso que resulta para algunas parejas contar que se conocieron por medio de Tinder.

Esto se debe a que un porcentaje de la población juzga de “desesperados” a aquellos que utilizan la aplicación para conocer personas.

Según el psicólogo Miguel Hierro, la vergüenza comienza cuando se sospecha la desaprobación de los demás. Rechazo respecto a lo que se piensa, las acciones que se realizan o las decisiones que se toman.

En ese sentido, ocultar que has conocido a tu pareja en Tinder, es una vergüenza innecesaria. Pues poco o nada tendría que importar la opinión de un tercero si tú y tu pareja son felices sanamente.

Sin embargo, este estigma social continúa presente. Las relaciones virtuales es otro de los temas que en el siglo XXI aún se consideran tabú.

Esto podría estar relacionado con que la mayoría de usuarios de Tinder y otras redes sociales similares, oscilan entre los 18 y 35 años de edad.

Será un proceso lograr que las generaciones anteriores acepten o aprueben e incluso conozcan por experiencia propia esta nueva ola de formar relaciones, conocer otras personas, culturas y disfrutar de nuevas experiencias.